Un blog en el ciberespacio se parece cada vez más a una gota en el mar o un grano de arena en el desierto. Ni siquiera en el centro, sino en los márgenes. La escritura requiere la lectura, luego el blog tiene que llegar a unos y otros, esperando siempre llegar a más y más. Para que al menos juzguen si se quedan con él y lo archivan, o no. Para que se emprendan el diálogo, o para que también se animen a su vez a escribir. Y así reconvertir la unidireccionalidad del blog en una especie de diálogo con uno mismo, con el otro, con el mundo y con Dios mismo.

  1. Intentar escribir cada vez mejor. Repasar, releer y corregir lo que se quiere publicar.
  2. Disfrutar escribiendo a tu manera, con tus inquietudes. Y pensar igualmente en otros.
  3. Leer libros, artículos, revistas. Leer también otros blog.
  4. Participar en otros foros, encuentros, webs, comentarios, páginas con identidad de bloguer.
  5. Conocer lo específico de un blog, sus particularidades.
  6. Procurar una cierta especialización y referencia. Optar por la propia marca.
  7. Conectar el blog con las redes sociales preferentes.
  8. Existe un mejor día de la semana, sin duda. Conocerlo puede ayudar.
  9. Para poner en circulación un post, también existe una hora preferente, a la que están «más lectores».
  10. Ofrecer la posibilidad de suscribirse de múltiples modos. Por correo, por rss.
  11. Entablar diálogo con otros blogs.
  12. Atender a las personas que se van conociendo el blog.
  13. Dar facilidad para seguirlo, por ejemplo, a través de una página de facebook.
  14. Ser constante, tanto en la periodicidad de las publicaciones como en la temática y orientación.
  15. Cuidar el diseño del blog, haciendo atractiva y cómoda su lectura.
  16. Usar amigos y otras relaciones para que también ellos difundan el blog.
  17. Unir el blog con otros espacios, a través de referencias.
  18. Cultivar un buen «margen del blog» (widgets).
  19. Ser prudente con la extensión de los post. Un blog no es un libro. Agilizarlo.
  20. Introducir una o dos fotos por artículo, quizá algún video o música.
  21. Archivar los post en categorías ordenadas.
  22. Utilizar correctamente las etiquetas en cada post.
  23. Anotar la dirección del blog en tu firma de correo electrónico.
  24. Incluir el enlace en tus perfiles en redes sociales.
  25. Ofrecer una síntesis periódica de aquello sobre lo que has escrito.
  26. Agradecer la persistencia de los que siguen el blog, pase lo que pase.
  27. Valorar las críticas y aportaciones que te hacen sobre tu forma de escribir, de hablar en el blog.
  28. Ser creativo. Seguramente hay miles de post sobre lo mismo que tú quieres escribir.
  29. Estudiar la confluencia entre los marcadores sociales y los temas del blog.
  30. Tomar las recetas como indicaciones que la mayor parte de las veces son aplicables, y otras no.

Por poner las cosas en su sitio, confieso que no cumplo prácticamente ni un tercio de la lista anterior.